7 octubre 2021
La Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico surge el año 2008 tras la promoción de un acuerdo público – privado en el que participó Molynor, la Ilustre Municipalidad de Mejillones, el Gobierno Regional y seis empresas ubicadas en la pampa de Mejillones, que poseen compromisos ambientales relacionados con la conservación de la especie y el desarrollo sustentable de la bahía, todo esto con el objetivo de contribuir a la conservación del Gaviotín Chico o Chirrío, un ave nativa en peligro de extinción.
Al coincidir proyectos energéticos, mineros y portuarios en Mejillones con una de las principales zonas de nidificación conocidas del Gaviotín Chico, queda de manifiesto un eventual efecto sobre el área y, a partir de ello, se formula un plan de trabajo, liderado por la Fundación, para establecer un desarrollo equilibrado, y así proteger y preservar esta especie.
Tan relevante ha sido el trabajo que realiza la Fundación que la prestigiosa revista de investigación ambiental MONGABAY LATAM ha reconocido las gestiones de ella en su trabajo por promover la conservación del Gaviotín Chico.
Alberto Rivera, Biólogo Marino y Director Ejecutivo de la Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico, comentó que para ellos la «publicación en una revista digital especializada en temas ambientales como lo es MONGABAY LATAM es un gran logro. Quienes conformamos el equipo de la Fundación estamos felices, ya que es primera vez que nuestra labor sale al mundo de esta forma».
«Esto es el resultado del trabajo de un equipo, no sólo del equipo técnico profesional de la Fundación, también de su Directorio, de las empresas socias y colaboradoras como Molynor, que, junto con dar origen a la Fundación, participa activamente del directorio, estableciendo un plan de trabajo a corto, mediano y largo plazo, entregando los recursos técnicos y económicos necesarios para asegurar el financiamiento de la Fundación y sus actividades a través del tiempo. Esto nos ha permitido avanzar de manera significativa en el conocimiento de la especie, implementar medidas de protección y manejo, y principalmente ser un referente reconocido internacionalmente en la conservación del Gaviotín Chico».
Yerko Vilina, académico e investigador de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás sede Santiago, nos comentó sobre su relación con Molynor y la Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico. «A mediados del 2007 me contactaron para apoyar el proyecto Molynor en Mejillones, ya que existía preocupación porque recientemente se habían enterado que el emplazamiento de la Planta ocurriría en un área de relevancia mundial para la biodiversidad, dado que allí existía la colonia de nidificación más grande conocida del Gaviotín Chico, una especie en peligro de extinción».
María Henríquez, Superintendente de Medio Ambiente y Comunidades de Molynor, nos comenta que «la publicación en la revista MONGABAY LATAM es un reconocimiento directo a las labores que desarrolla la Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico y por tanto de una u otra forma a las nuestras, ya que Molynor junto con las otras organizaciones impulsamos la creación de la Fundación y a la fecha aún mantenemos firme nuestro compromiso y apoyo, formando parte del directorio de la misma».
Y agrega que «esto conversa directamente con los lineamientos y nuestra mirada sustentable de controlar y reducir al mínimo cualquier impacto ambiental que se pueda generar por nuestras operaciones, ya que pensar en el bienestar del planeta es parte de nuestro propósito como organización. Es por esto que nuestro compromiso con el cuidado y conservación del gaviotín chico nos ayuda indiscutiblemente a dirigir nuestro negocio de manera responsable con el medio ambiente, con el fin de desarrollar productos que permitan crear valor para la evolución de la humanidad».